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Visión de Jujuy en el Siglo XIX

    Al comenzar el siglo XIX Jujuy tenía una extensión de 49.162 kilómetros cuadrados y su población ascendía a 49.704 habitantes. El departamento La Capital registraba 10.155 personas, le seguía San Pedro con 6.451, Ledesma 4.796, Humahuaca 4.298, El Carmen 5.406, Cochinoca 3.741, San Antonio 1.049, Rinconada 1.681, Santa Clara 2.454, Tilcara 2.762, Tumbaya 2.030, Valle Grande 1.631 y Yavi con 3.279. El departamento de mayor extensión era Santa Catalina con 8.459 Km2, siguiéndole Cochinoca con 7.523 y el más pequeño San Antonio de 783 Km2. La ciudad capital en 1900 ofrecía en sus cerros cercanos el verdor de sus faldas y el rojo brillante de los ceibos, sus casonas coloniales, pintadas de blanco, mostraban la pulcritud de sus propietarios. Las calles irregulares tenían acequias bañadas por el murmullo de aguas que fecundaban amplias quintas solariegas que proveían frutas y verduras para consumo familiar. Su arquitectura se distinguía con el estilo español, casa chatas, paredes amplias y rejas artísticas, enormes puertas macizas que lucían pesados llamadores. Sus tejados, de un rojo ocre, ponían un sello distintivo eminentemente colonial y las mansiones patriarcales semejaban regazos encuadrados por viejos muros vestidos de enredaderas y rosales que producían un manto de fragancia. Las matronas matizaban sus charlas con el mate aromado y vertían sus confidencias comarcanas recordando hechos históricos del terruño.

    LOS FLORIDOS PATIOS JUJEÑOS

    Los viejos patios de las casonas avanzaban sobre su portal, habitaciones y ventanas enrejadas hasta la vereda colonial, con el brocal del aljibe plantado en el medio. Desde la calle se los entreveía a través del dibujo sencillo de la cancel. Rodeando habitaciones amplias y de altos techos encerraban un ámbito que se abría hacia el cielo con un mundo de diamelas, jazmines y retamas que la noche anidaba armoniosamente, algunos tenían pequeños faroles, gruesos tinajones, algún cantero de tierra para las hortensias, un discreto naranjo o el arbusto del jazmín del Cabo. Los patios fueron, naturalmente, el ámbito de las plantas que en macetas y macetones florecían los malvones y geranios o desbordaban variedades de helechos y begonias. Lugar de estar y la reunión de familias en las tardes y noches de verano, en el invierno eran sitios donde se buscaba el sol del mediodía. Don Carlos Hansen, un maestro catamarqueño enamorado de Jujuy, en su bohemia impenitente recordó con su pluma nuestros patios diciendo que en ellos, las madres, con unción de santidad, después de la cena generosa nos hacían rezar las abundantes guaicas del rosario. Retazo de nuestros hogares, de piso de lajas, con abundantes recuadros de violetas, allí se festejaban las navidades, cumpleaños y esponsales. Patios de la niñez lejana y encantada donde quemábamos los cohetes para las novenas de San Roque, espacios sagrados, inolvidables que nos traen las voces de la infancia y nos hacen gustar las dulzuras de la vida.

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    LOS TEMAS DE GOBIERNO DE LA ÉPOCA

    El 1° de mayo de 1900 don Sergio Alvarado iniciaba su tercer periodo de gobernador y al dirigir el mensaje a la Legislatura expresaba:’…me es satisfactorio inaugurar estas sesiones ordinarias en medio de una situación de orden y completa tranquilidad, afianzada por la aplicación sincera de las leyes que tutelan los derechos del ciudadano. No es extraño, a este resultado, el convencimiento público de la austera honestidad que ha caracterizado a las administraciones lo que nos vale un lugar señalado en la opinión de la Nación. La provincia entra de lleno en un periodo de labor, los capitales extranjeros principian a afluir a su territorio y a desentrañar sus riquezas.

    EL ANUNCIO MAS IMPORTANTE

    Dando cuenta de su mandato el gobernador Alvarado anunciaba la firma del contrato con la firma Th.Leblanc y Cía para la construcción del ferrocarril a las borateras para dar impulso a la industria minera. Daba cuenta de la finalización hasta Ledesma de la vía férrea hasta Orán, anunciaba la clausura del cementerio, tanto por su mala situación, demasiado próxima al centro de la ciudad cuanto porque no puede ya contener mayor cantidad de cadáveres. A partir del 14 de octubre de 1899 la ciudad ya contaba con alumbrado eléctrico y el gobernador se preocupaba por aguas corrientes y pavimentación de calles. Se daba término a la instalación del teléfono provincial hasta Pampa Blanca que estaba ligado con el de los ingenios La Esperanza y Ledesma para lo cual se habían invertido $ 6.697.

    LA SALUD, EL PRINCIPAL PROBLEMA

    Comenzando el siglo el estado sanitario de la provincia era bastante malo ya que se consideraba que el crecimiento vegetativo de la población era nulo y la estadística demográfica arrojaba resultados desconsoladores. En cuanto al paludismo el mismo no existía en algunos departamentos lo que aliviaba la lucha contra el flagelo. Con respecto a la educación el mandatario anticipaba que tenía una partida de $ 8.333 para hacer efectiva la construcción de la escuela Belgrano en nuestra ciudad, provenientes de la generosa cesión que hizo el ilustre general Belgrano en beneficio de la instrucción primaria. Tengo la esperanza de no terminar mi gobierno sin colocar la piedra fundamental de ese edificio, ya que la estadística nos demuestra que Jujuy ocupa el penúltimo lugar en la República en materia de educación.

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    INDUSTRIA Y ECONOMÍA

    Anticipando un periodo de prosperidad Alvarado informaba: Tenemos dos ingenios azucareros que han podido resistir la crisis que abatió esa industria y hoy aumentaron su producción a 10 millones de kilos. Se han hecho importantes transacciones sobre las minas de oro de Alto Cóndor y en Europa se preparan los capitales para trabajarlas. La sociedad belga Leblanc explota las borateras de Tumbaya, los pedimentos de minas han aumentado considerablemente al punto de hacerse necesario un Código de Minas para asegurar la aplicación de la ley nacional de la materia. El cultivo del café se desarrollaba con buen resultado en la zona de San Lorenzo (Ledesma) y el tabaco reemplazaba al trigo y al maíz, manteniéndose la exportación de ganado a Chile y Bolivia y se incrementaba la de cueros curtidos en la provincia donde existían cuatro establecimientos, calculándose que en el año 1900 se podrían exportar 10 mil toneladas de bórax por parte de la Compañía Internacional que presidía Juan Devisscher que, además, iniciaba la exportación de sal, en tanto se formaba una empresa entre Luis y Hugo Leowenthal para comenzar a explotar minas de asfalto que tenían ubicadas en el departamento de San Pedro.

    ESTADO DE LA DEUDA PÚBLICA

    De acuerdo a las obligaciones de tesorería emitidas a mediados de 1900 su circulación llegaba a $ 242.536, suma que en su mayor parte se destinó a obras públicas, entre ellas la modernización del mercado público y canje de acciones del Teatro Club cuya empresa se había extinguido sin concluir las obras que posteriormente posibilitaron un acuerdo para construir en forma definitiva el Teatro Mitre.

    PRINCIPALES INSTITUCIONES

    En el concierto provincial se destacaba la Sociedad de Beneficencia presidida por doña Carmen Tezanos Pinto que con la colaboración de 73 socias brindaban asistencia al Hospital San Roque, nosocomio que tuvo una influencia inesperada al cumplirse los trabajos de construcción de la línea férrea a Bolivia. Los datos estadísticos nos permiten conocer que hasta 1902 se habían atendido 2.218 enfermos con un costo medio de $13,86 por persona y en el consultorio externo 1.861 personas. Colaboradoras directas de la presidenta de la Sociedad de Beneficencia fueron María Castañeda de Bertrés, Serafina de González e Irene Alvarado. En aquella época el Hospital San Roque tenía salas para hombres con 24 camas cada una para clínica, cirugía y convalecientes. Para mujeres estaban habilitadas dos salas de 24 camas y una de ellas se destinaba a maternidad, para quienes podían pagar su atención existían tres piezas amuebladas con las principales comodidades con duchas, tinas y baños de lluvia.
    Mediante un molino de viento se elevaba el agua al tanque distribuidor y en el salón principal de recibos reexhibían los retratos de sus benefactores, el canónigo Escolástico Zegada y el Dr. Antonio Baldi, mientras las hermanas de caridad dedicaban piadosa ayuda a quienes se la requerían ocupándose del funcionamiento del hospital. El Hogar Pan de los Pobres hacía honor a su nombre porque representaba una benemérita sociedad que daba alimentos a los pobres financiados por medio de una suscripción mensual que aportaban sectores de la comunidad. Fundado en 1899 cinco años después tenía 75 socios y lo administraba una comisión de damas que integraban Clementina Iturbe como Presidenta, Concepción Cicarelli secretaria, la tesorería estaba a cargo de Justina Iturbe de Ovejero y las vocales eran Imelda Castañeda, Luisa de Iturbe y Urbana de Irigoyen.

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    DEPARTAMENTO DE SANTA BARBARA

    El 13 de noviembre de 1899 el gobernador Alvarado logró que la Legislatura sancionara la ley que creaba el departamento de Santa Bárbara, un año después al mandatario designó al Jefe de Policía para que estudiara el territorio y le informase cuál era el punto más adecuado para ubicar la capital departamental, dictando el 15 de marzo de 1900 un decreto por el que se designaban autoridades municipales, se determinaba que debía elegirse el representante a la Legislatura y se procedía a la apertura del Registro Civil. En forma provisoria la capital funcionó en la localidad de El Fuerte.

    Departamento Santa Bárbara