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Conquista y Colonización de Jujuy

    POR QUE EL VALLE DE JUJUY?

    Durante la segunda mitad del siglo XVI se fundaron numerosas ciudades en la zona del Tucumán. Algunas sobrevivieron hasta la actualidad, como Santiago del Estero o San Miguel de Tucumán, mientras que otras tuvieron corta vida.
    Desde el descubrimiento de las minas de plata en Potosí (Bolivia), en 1545, los virreyes del Perú establecidos en Lima, trataron de allanar el camino que uniera la Villa de Potosí, con las poblaciones del Tucumán, a fin de que transitaran libremente soldados y mercaderes. Los pobladores de la zona, especialmente los omaguacas, ofrecieron una tenaz resistencia contra la ocupación española.
    El plan de los españoles contemplaba establecer un camino entre el Alto Perú y la costa  del océano Atlántico, que atravesara el Tucumán, por lo que se hacía necesario pacificar la zona y asegurar una ruta estable de comunicación. Para lograrlo se intentaron distintas fundaciones en el valle de Jujuy.

    Fundación de Jujuy

    PRIMEROS INTENTOS FUNDACIONALES

    El primer intento de establecer una ciudad en Jujuy fue realizado por el gobernador del Tucumán, Gregorio de Castañeda, el 20 de Agosto de 1561. Recibió el nombre de CIUDAD DE NIEVA, en honor al entonces virrey del Perú, el conde de Nieva. Se cree que podría haber estado emplazada, donde hoy se encuentra el barrio Ciudad de Nieva, en la planicie elevada sobre la actual ciudad Capital.
    La Ciudad de Nieva fue abandonada en 1563, debido a los ataques indígenas que se sucedían desde el año anterior. La hostilidad de los Omaguacas, transformó en intransitable la Quebrada de Humahuaca, durante más de diez años.

    NUEVAS OFENSIVAS INDÍGENAS

    En 1569 el virrey Nieva fue sucedido por Francisco de Toledo, que interesado en someter a los aborígenes del lugar y asegurar la ruta a Potosí, encomendó al capitán Pedro de Zárate, conocedor de la zona, la tarea de fundar una ciudad en el valle de Salta o Jujuy. La población, a la que se dio el nombre de SAN FRANCISCO DE ALAVA, se asentó en la confluencia de los ríos Xibi-Xibi y Grande, el 13 de Octubre de 1575.
    Desde la llegada de Zárate, se percibía la hostilidad de los aborígenes del lugar, y un año después, durante una de sus ausencias, atacaron la ciudad, mataron a varios de sus defensores y destruyeron todas las instalaciones. Luego de los ataques aborígenes, en el lugar solo quedo una fortaleza destinada a las defensas de las caravanas que viajaban por la zona.

    Francisco de Toledo

    TERCERA FUNDACIÓN

    Para lograr el sometimiento de la región al poder español, en 1582, se fundó la ciudad de Salta. Desde allí, se emprendieron campañas contra los nativos de la Quebrada y la Puna. Estos emboscaron y mataron a un grupo de comerciantes, lo que decidió a los españoles a intentar una nueva colonización en el valle de Jujuy.

    El nuevo gobernador de Tucumán, Juan Ramírez de Velazco, encomendó al capitán Francisco de Argañaraz y Murguía una nueva fundación en la entrada de la Quebrada. Argañaraz armó la expedición de soldados y vecinos, indígenas y españoles, que salió de Santiago del Estero en caravanas y carretas hacia el valle de Jujuy.  Allí, eligió la zona fértil ubicada entre los ríos Grande y Xibi-Xibi y fundó la ciudad de SAN SALVADOR DE VELAZCO EN EL VALLE DE JUJUY. El acto de fundación se realizó en 19 DE ABRIL DE 1593.
    Una año más tarde, una nueva confederación de caciques, liderada por el Kuraca Viltipoco, amenazaba con destruir la ciudad. Argañaraz, con un grupo de soldados, entró en Purmamarca durante la noche, cercaron el pueblo y tomaron prisionero a Viltipoco, con lo que desbarató la coalición indígena y se pacificó la ruta al Alto Perú.

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    LA ORGANIZACIÓN DEL TERRITORIO COLONIAL

    Promediando la conquista y para regularizar la colonización de América, la Corona española dividió el territorio en los dos primeros virreinatos: el de Nueva España (México), en 1535 y el de Perú (Perú, Bolivia y parte de Argentina) en 1544. Con el objeto de controlar  la gran extensión de cada virreinato, se hizo necesario subdividirlos, a su vez, en gobernaciones.
    Jujuy formaba parte de la Gobernación del Tucumán, que estaba dentro del virreinato del Perú. La Gobernación del Tucumán abarcaba las actuales provincias de Jujuy, Salta, Catamarca, Tucumán, Santiago del Estero, La Rioja y Córdoba.

    Virreynato del Río de la Plata y del Perú
    Virreynatos

    CONQUISTADORES Y CONQUISTADOS

    Dentro de la implantación del dominio español, la población aborigen de Jujuy fue repartida
    entre los españoles que habían participado de la conquista. Las leyes españolas establecían que los nativos debían vivir separados de los españoles, formando lo que se llamó “pueblos de indios”.
    Antes de la fundación de Jujuy ya se había repartido a los indígenas locales en encomiendas, a cargo de los encomenderos españoles.
    Como resultado de la acción de los encomenderos, surgieron diferentes pueblos de indios, compuestos por los principales grupos de la Quebrada y la Puna.
    Algunos pueblos aborígenes se quedaron en sus propios territorios, pero fueron trasladados a la fuerza y obligados a permanecer dentro de las propiedades de sus encomenderos.
    En general los encomenderos españoles ponían a estas comunidades bajo la advocación de un santo católico cuyo nombre, junto con el de origen, pasaba a componer su denominación: San Idelfonso de Yala, San Francisco deTilcara, San Antonio de Humahuaca, Espíritu Santo de Cochinoca, etc.

    Foto satelital del Valle de Jujuy

    TRASLADO Y DESARRAIGO DE LOS ABORÍGENES

    Los pueblos indígenas que no pudieron ser sometidos, fueron trasladados a zonas cercanas a los núcleos españoles, para poder ejercer sobre ellos un mayor control. Así los tilianes que habitaban cerca de Volcán fueron llevados al valle de Salta, y los ocloyas, paipayas y osas, que vivían en Zenta, fueron reinstalados en el valle de Jujuy.
    A su vez, la necesidad de contar con trabajadores en la ciudad para realizar obras públicas, con la construcción de edificios, reparación de caminos o limpieza de acequias, llevó a las autoridades de Jujuy a establecer  la mita de plaza. Esto significaba el traslado de grupos aborígenes a la ciudad, para realizar trabajos obligatorios en turnos de tres o cuatro meses.

    CONFLICTOS Y PACIFICACIÓN EN EL SIGLO XXVII

    Los españoles no pudieron conseguir la dominación rápida de de los aborígenes de la Gobernación del Tucumán. Si bien lograron pacificar la Quebrada y la Puna, se encontraron con una gran resistencia indígena en la zona de los valles Calchaquíes, donde se desencadenaron cruentas a lo largo de todo el siglo XXVII.  Aunque esa lucha tuvo lugar en la actual provincia de Salta, la ciudad de Jujuy participó con el envío de tropas de españoles y de aborígenes, como también de alimentos y ganado.
    Una vez sofocadas las rebeliones calchaquíes, en 1664, las autoridades españolas llegaron a la conclusión de que para evitar nueva guerras, había que trasladar a los aborígenes hostiles y reinstalarlos en otras regiones. Fue así como llegaron a Jujuy grupos calchaquíes, trasladados a los valles de Perico y Palpalá, donde se mezclaron con las poblaciones actuales (osas y paipayas).

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    Valles Calchaquies

    JUJUY EN EL VIRREINATO DEL RÍO DE LA PLATA

    A comienzos del siglo XVIII reinaba en España una nueva dinastía, los Borbones, quienes se propusieron reorganizar la relación con sus colonias americanas.
    Los Borbones introdujeron una serie de reformas para el mejor gobierno de América, tales como fomentar la economía y mejorar el comercio colonial. Para ello crearon dos nuevos virreinatos: el de Granada en 1739 y el del Rio de la Plata en 1776.
    También instalaron un régimen de intendencias, unidades políticas menos extensas que las gobernaciones que permitían una administración más eficiente y un mejor control.
    Todo el actual noroeste, incluido Jujuy, paso a formar parte de la intendencia de Salta, dependiente del nuevo virreinato del Rio de la Plata.

    POBLACIÓN Y MESTIZAJE

    La población de las colonias americanas se fue formando a partir de tres grupos originales distintos:aborígenes,españoles ynegros africanos. Durante la colonización estos grupos étnicos se fueron mezclando paulatinamente entre  si, en un proceso que se denominó mestizaje.
    Como resultado de este mestizaje se conformaron tres nuevos grupos: los MESTIZOS (hijos de español y aborigen), los MULATOS (padre español y madre negra), y los ZAMBOS (hijos de negros y aborígenes).
    En 1779 vivían en Jujuy aproximadamente 15.000 personas, de las cuales solo unas 2.000 residían en la ciudad e San Salvador. Los aborígenes que todavía eran mayoría, predominaban en la Puna y Quebrada. El segundo grupo mayoritario era el de los mestizos, numerosos en la ciudad y en el sur de la Quebrada. Luego venían los mulatos y negros y por último los blancos o españoles, que habitaban en la ciudad de Jujuy.

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    LA CIUDAD COLONIAL

    La mayoría de los españoles vivían en las ciudades. Era el lugar donde los comerciantes, hacendados y sacerdotes se ponían en contacto con los artesanos, criados o esclavos, personas que trabajaban para el bienestar y el confort de los españoles y el mantenimiento de los espacios públicos.
    El gobierno y la administración de la ciudad estaba a cargo del Cabildo. Sus funciones eran muy variadas: la justicia, el cuidado de la salud y la integridad de sus habitantes, la construcción de edificios públicos y el abastecimiento de la ciudad.
    Para poder ocupar un cargo en el Cabildo, era necesario ser vecino, y para ello había que ser español y dueño de una propiedad.
    Si bien la ciudad de Jujuy era muy pequeña, tenía un gran movimiento de personas, fundamentalmente viajeros que se detenían ´para comprar provisiones y descansar antes de continuar su camino.

    LOS GRUPOS SOCIALES Y EL ESPACIO URBANO

    La ciudad de Jujuy se encontraba emplazada entre la márgenes de los rio Grande y Chico y seguía la disposición de una cuadricula, tal como recomendaban la leyes españolas. La mayor concentración urbana se dio en las cercanías de la plaza, donde se alzaban los edificios públicos, tales como el Cabildo, la Iglesia Mayor, y los conventos de San Francisco y La Merced.
    En esta zona había también casonas de tipo colonial donde vivían la mayoría de los españoles más ricos. Estaban separadas de las calles de tierra por largos y gruesos muros de piedra o adobe y tenían amplios portones de madera aptos para la entrada de carruajes y caballos.
    Las casuchas o cuartos, que eran ranchos de adobe y techo de torta, se encontraban en su mayoría en las barrancas de los ríos. El resto de la ciudad estaba conformado por los solares y las quintas.

    LA SOCIEDAD COLONIAL

    En la sociedad colonial se mesclaban españoles, aborígenes, negros, mulatos y mestizos, cada uno con su trabajo contribuía a la ciudad.
    Los españoles constituían el grupo más poderoso y rico. Eran propietarios de la tierra, grandes comerciantes, sacerdotes, militares y encomenderos. Y además ejercían el poder político, puesto que ellos eran los únicos que podían participar en el gobierno como miembros del Cabildo.
    Debajo de los españoles se ubicaba la parte de la población urbana, formada por grupos de distinta procedencia étnica y variadas actividades económicas. Había tenderos, pulperos, carniceros y vendedores ambulantes que se ocupaban del comercio minorista, como así también de los artesanos: carpinteros, panaderos, talabarteros y herreros, entre otros.
    Cuando la población aborigen disminuyó a causa de las guerras, se recurrió a la compra de esclavos negros para realizar las tareas domesticas u otros trabajos en la casa de sus dueños.

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    LA ORGANIZACIÓN ECONÓMICA

    La etapa colonial fue prospera para Jujuy, ubicada en el camino que unía Buenos Aires con Potosí, por la ciudad pasaban las mulas criadas en los campos de Buenos Aires, Santa Fe y Entre Ríos, que se enviaban a las zonas mineras del Alto Perú. También era constante el paso de tropas de ganado vacuno, criado y engordado en los valles de Jujuy, que servían de alimento a los habitantes de ciudades áridas y densamente pobladas, como Potosí.
    Además, por Jujuy circulaban comerciantes, viajeros y arrieros. Así, se desarrollaron una serie de actividades destinadas a este permanente tráfico hacia las minas del Alto Perú, como cuidadores de ganado, amansadores y troperos.
    También pasaban por Jujuy los correos que viajaban a caballo o mula, de posta en posta.
    En el ámbito de la economía local, se desarrolló el sector de chacareros y pequeños agricultores, que eran los encargados de abastecer de verduras, frutas, legumbres y aves de corral a los habitantes de la ciudad de Jujuy.

    CONVIVENCIA ENTRE DISTINTOS GRUPOS

    La conquista parecía haber implantado una división entre los escasos europeos dominantes y una parte de indígenas dominados. Sin embargo, la vida cotidiana, sobre todo en el ámbito económico, reflejaba una buena convivencia entre los grupos.
    Todos los indígenas de la comunidad como los aborígenes forasteros y los españoles pobres, compartían con los españoles ricos el creciente tráfico de alimentos, herramientas, ganado y otros bienes hacia las comarcas mineras del norte.
    Un ejemplo de intercambio pacifico lo representaban los cultivos y la cría de animales. A los cultivos de origen americano (maíz, papa, ají o porotos), se les unieron otros como el trigo, cebada, frutales o vides. También cerdos, vacas y gallinas empezaron a compartir las granjas con las llamas.

    LA IGLESIA CATOLICA

    La iglesia católica desempeñó en Jujuy un papel muy importante en la vida cotidiana, tanto pública como privada. Algunos sacerdotes convocados por el Cabildo atendían los asuntos eclesiásticos, mientras que los curas doctrineros se dedicaban a las parroquias rurales y la evangelización de los indígenas.
    A lo largo de toda la región de la Puna y la Quebrada se construyeron numerosas capillas, como las de Humahuaca (1594), Rinconada (1650) o la parroquia de Yavi en los territorios del Marquesado de Tojo.

    La orden clerical más popular en la ciudad de Jujuy, fue la de San Francisco. La mayoría de los casamientos, bautismos y sepelios, se realizan en su templo, y era usual que las familias pudientes, dejasen donaciones para el convento.

    LOS JESUITAS EN JUJUY

    Los jesuitas, fueron los primeros sacerdotes que actuaron en la fundación de Jujuy, y tuvieron un importante papel de evangelización del territorio.
    Eran propietarios de algunas tierras como la hacienda EL Molino de Yala. Como no tenían convento cuando predicaban en la ciudad habitaban en construcciones del Hospital San Roque o en casas particulares.
    Los jesuitas estuvieron a cargo de la reducción de San Ignacio de Tobas. Su administración duró poco tiempo, ya que  en 1767 fueron expulsados del territorio americano por la Corona española, y la reducción paso a manos franciscanas.